El uso de herramientas de inteligencia artificial generativa (ChatGPT, Copilot, Claude, Gemini…) se ha disparado en el entorno profesional. Pero con ello también ha crecido un fenómeno silencioso y preocupante: el Shadow AI, es decir, el uso de IA fuera del control o aprobación de la empresa.
Aunque la curiosidad y la iniciativa son buenas noticias, cuando los empleados copian y pegan correos, informes o fragmentos de código en modelos externos, los datos corporativos pueden terminar fuera del perímetro de seguridad. Y eso abre la puerta a riesgos de cumplimiento, fuga de información o pérdida de propiedad intelectual.
El riesgo oculto del Shadow AI
El Shadow AI no suele ser malintencionado. Nace del deseo de ser más productivos. Pero el problema es que esos modelos —por muy fiables que parezcan— no siempre garantizan confidencialidad, ni permiten controlar cómo se usan o almacenan los datos introducidos.
Según Gartner, más del 70 % de las organizaciones ya han detectado casos de Shadow AI en sus equipos, y muchas de ellas lo descubrieron tras una fuga o incidente de datos.
Regulaciones como el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), la Directiva NIS2 o los estándares de ISO/IEC 27001 exigen trazabilidad, control de accesos y medidas preventivas frente a filtraciones. El uso de herramientas externas de IA sin supervisión hace imposible cumplir con esas obligaciones.
La solución: usar la inyección de prompts como defensa
En Montevive nos gusta darle la vuelta a los problemas, y este caso no es la excepción. Una de las técnicas más conocidas de ataque en IA, la prompt injection, puede transformarse en un mecanismo defensivo y de concienciación.
Esta idea fue explorada recientemente por Eye Security, que propone insertar instrucciones ocultas dentro de los documentos corporativos (en cabeceras, pies de página o metadatos) para activar un aviso cuando el contenido se copia en una herramienta de IA externa.
Cuando alguien pega ese texto en ChatGPT u otro asistente, la IA recibe una instrucción automática que puede generar un mensaje como:
“⚠️ Este texto procede de un documento corporativo. Antes de continuar, asegúrate de no compartir información sensible o confidencial.”
No se trata de bloquear el uso de la IA, sino de alertar justo en el momento crítico, cuando el usuario está a punto de enviar datos fuera del entorno seguro.
Cómo aplicarlo en tu organización
Esta técnica puede aplicarse de distintas maneras, según las herramientas y políticas de la empresa:
- Firmas de correo electrónico: insertar el snippet dentro de la firma para que cualquier texto copiado en una IA externa dispare la advertencia.
- Documentos de Office o PDF: incluir el aviso en metadatos, cabeceras o pies de página automáticos mediante herramientas de gobernanza o plantillas corporativas.
- Exportaciones desde plataformas SaaS: integrar la advertencia en informes descargables desde herramientas como Notion, Confluence o Salesforce.
Para empresas con un enfoque más técnico, también puede combinarse con sistemas de prevención de pérdida de datos (DLP), como los de Microsoft Purview o Google Workspace DLP, ampliando el alcance de la protección.
Más cultura, menos censura
El enfoque tradicional de seguridad —bloquear, restringir, prohibir— no encaja con la velocidad a la que evoluciona la inteligencia artificial. La “inyección de prompts defensiva” promueve una cultura de concienciación activa: no impide usar la IA, pero sí recuerda al usuario su responsabilidad.
Modelos como el de Zero Trust Security o el de “nudging” en ciberseguridad (pequeños empujones conductuales) demuestran que la formación y la conciencia del usuario son más efectivas a largo plazo que la mera restricción tecnológica.
En Montevive creemos que la seguridad no debería ser un muro, sino un recordatorio inteligente. Por eso ayudamos a las empresas a diseñar estrategias que equilibren privacidad, productividad y exploración tecnológica, siempre con los datos bajo control.
En resumen
El Shadow AI es una realidad que está creciendo a un ritmo tan rápido como la adopción de la inteligencia artificial en los entornos empresariales. Cada día, más empleados utilizan herramientas externas sin saber que están exponiendo información sensible. En este contexto, prohibir no es una solución sostenible: las empresas deben encontrar un equilibrio entre la innovación y la protección.
La inyección de prompts defensiva representa una respuesta creativa y pragmática a este desafío. Permite mantener la libertad de uso de la IA, pero introduce un mecanismo de concienciación automática que educa al usuario justo en el momento de riesgo. No se trata solo de una técnica de seguridad, sino de una forma de construir una cultura digital más responsable, donde la privacidad y la productividad convivan sin fricción.
Adoptar este tipo de medidas demuestra madurez tecnológica y anticipación: no esperar a que ocurra un incidente, sino prevenirlo mediante inteligencia y diseño. En Montevive creemos que esta es la dirección correcta para toda empresa que quiera aprovechar la IA sin comprometer su activo más valioso: los datos.
✳️ Desde Montevive ayudamos a las organizaciones a integrar la inteligencia artificial de forma segura, privada y eficiente, garantizando el control de los datos en cada paso del proceso.
Referencias y lecturas recomendadas
- Eye Security Research. Prompt Injection to Battle Shadow AI (2025).
- Gartner. Shadow AI is Here — and It’s a Security Risk (2024).
- European Commission. Directive (EU) 2022/2555 — NIS2 Directive.
- ISO/IEC. ISO/IEC 27001:2022 — Information Security Management Systems.
- Microsoft Learn. Data Loss Prevention Policies in Microsoft Purview.
- CSO Online. What is Zero Trust? A Model for More Effective Security.
- Google Workspace Admin Help. Configurar políticas de DLP.